Como el destino turístico de invierno más importante del país, los Andes Centrales son un punto de encuentro para miles de visitantes cada temporada de invierno.

 

Esto normalmente genera colapsos en los distintos servicios de la comunidad, como las vías de acceso, estacionamientos, puntos de acopio de basura, etc. Como comunidad debemos ser conscientes de este fenómeno, y encontrar las soluciones a medida que se vayan presentando los nuevos desafíos. Tener una cordillera en el jardín de nuestra casa es una bendición, y debemos aprender a compartirla con personas que no tuvieron la misma suerte.

 

El turismo es algo muy positivo para todos, pero mal planificado a veces puede transformarse en una pesadilla. Por eso, es nuestra responsabilidad velar porque nuestra comunidad esté preparada para recibir a todos nuestros visitantes, sin importar su nivel socioeconómico, y que esto no afecte nuestra calidad de vida. Al contrario, la mejora en los servicios a nuestros visitantes es por consecuencia también beneficioso para nosotros. Transformar a nuestra comunidad en un gran destino nacional e internacional, bien planificado y ordenado, con una buena infraestructura, es un beneficio para todos.